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Una auditoría interna evitó una pérdida de 80.000 € en activos desaparecidos
Hace unos meses, una empresa industrial con más de 10 sedes en España contactó con nosotros antes de recibir una auditoría externa. Querían revisar su inmovilizado “por si acaso”, ya que nunca antes habían realizado una auditoría física completa.
Solución
En apenas cuatro semanas, llevamos a cabo un inventario físico y una conciliación contable detallada de todos los activos.
Caso de éxito
Resultados
Se detectaron más de 80.000 € en activos que figuraban en contabilidad, pero no existían físicamente.
Muchos correspondían a máquinas antiguas, herramientas traspasadas o equipos retirados, que seguían amortizándose o incluso sumaban valor al balance.
De no haberse identificado a tiempo, la auditoría externa habría aplicado ajustes significativos, afectando directamente a:
⚠️ El patrimonio neto y los ratios financieros, que estaban inflados.
⚠️ La carga fiscal, por impuestos pagados en exceso.
⚠️ El informe de auditoría, que podría haber incluido salvedades.
Impacto
Gracias a la auditoría de activos previa, la empresa corrigió todos los registros antes del cierre contable, evitando incidencias y presentando una imagen financiera fiel y sólida.
Hoy mantienen su inmovilizado actualizado con revisiones anuales, asegurando la fiabilidad de sus KPIs y decisiones de inversión.
Esperar a que el auditor detecte los errores puede salir caro. Detectarlos antes es ganar en control, credibilidad y tranquilidad.
